Julia Jones by Katrina Kahler

autor:Katrina Kahler
La lengua: spa
Format: epub
editor: Kc Global Enterprises Pty Ltd
publicado: 2019-07-20T00:00:00+00:00

Un par de los otros grupos se esforzaban por alcanzarnos y, haciendo olas por todos lados, parecían no poder tomar el control de la situación.

De pronto sentí cómo nuestra canoa comenzaba a tambalearse. Me di la vuelta para ver qué estaba ocurriendo y allí vi a Cassie Jenkins, una de las niñas de nuestro grupo, de pie tratando de llegar hasta el frente de la canoa donde yo me encontraba sentada. “¿Qué estás haciendo?” le dije. “Siéntate,” le gritó Millie. “¡Nos harás volcar!” y mientras esas palabras salían de la boca de Millie, nos giramos. Las cuatro caímos al agua. No hubiera sido tan malo si no fuera porque no podíamos volver a girar la canoa, y a pesar de ser un día cálido, ¡el agua estaba congelada!

Además de helada, me sentía muy avergonzada, especialmente frente a la mirada de los chicos. Nuestro plan había sido probar que podíamos hacer cualquier cosa mejor que ellos, pero ahora nos balanceábamos en el agua helada humilladas y avergonzadas. Todos los otros grupos se reían a más no poder y hasta al instructor le parecía gracioso vernos tratando de volver a enderezar la canoa. Justo cuando comenzaba a pensar que nunca lo lograríamos, un par de manos aparecieron junto a las mías sobre el borde de la canoa y cuando me giré para ver a quién pertenecían, la cabeza de Blake surgía desde debajo del agua. Se había sumergido para echarnos una mano y con su ayuda finalmente pudimos darle la vuelta a la canoa. Trepamos torpemente hacia el interior de la canoa y le dimos a Cassie estrictas instrucciones de permanecer en un lugar a partir de ese momento. “Sólo quería pasarme al frente”, se disculpó. “¡No era mi intención desestabilizar el bote!”

“Bueno, gracias a Dios Blake nos ayudó,” dijo Millie. “¡Sin su ayuda aún estaríamos flotando en ese río helado!” Miré tímidamente en dirección a él pero ya se encontraba remando. “Sí, fue algo lindo de su parte,” agregué. “Nadie más intentó ayudarnos.” Mientras remábamos de regreso hacia el punto de partida, pensé por un momento en Blake y en por qué había sido tan bueno.

Saqué a Blake de mi cabeza mientras mi grupo se dirigía al establo de los caballos. Montar a caballo sería lo mejor de todo el campamento, ya que sólo unos pocos de nosotros había cabalgado antes. “Estoy nerviosa,” dijo Cassie. “¿Y si mi caballo se descontrola?”

“Estarás bien,” le contestó Millie. “Estos caballos están preparados especialmente para principiantes. Yo he cabalgado antes y los caballos están muy bien entrenados.” “¡Eso espero!”, dijo Cassie preocupada.

“¡Hola chicas!” dijo una voz familiar detrás de nosotras. Me di la vuelta rápidamente, totalmente paralizada al ver a Sara Hamilton acercarse. “¿Qué estás haciendo aquí?” preguntó Millie en un tono poco amigable. “En mi grupo hay demasiada gente así que me ofrecí a cambiarme a este grupo. ¡Pensé que sería realmente divertido montar a caballo con vosotras!” Su engreída respuesta hizo que sintiera un nudo en el estómago, y una sensación de miedo pareció controlar mis sentidos.

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